Primeros Colonos Alemanes
en Argentina
A 190 años
de la llegada de los
Primeros Colonos Alemanes
en Argentina.

En el 2016 se cumplirán 190 años de la llegada de los primeros colonos alemanes que se establecieron en lo que en ese entonces era todavía la provincia de Buenos Aires. Nosotros los descendientes de aquellos esforzados y sacrificados hombres y mujeres, queremos honrar aquella gesta en este sitio, con informaciones e imágenes que tenemos y guardamos celosamente.
La invitación provino del entonces presidente Bernadino Rivadavia, para poblar tierras y dedicarse a la agricultura y a la ganadería. Un año después, el 11 de marzo de 1827 con el propósito de fundar el primer pueblo llamado Chorroarín*, actual barrio de Chacarita, don Vicente López y Planes, por aquel entonces Juez de Paz de San José de Flores les entregaría parcelas de tierra para establecerse.
El extracto de una carta datada a bordo del barco 'Kumbang Jattie' de su capitán Franz Stavers, en el puerto de Montevideo el 5 de enero de 1826:
“Tengo la necesidad de repetir aquí que salimos del Texel para el puerto de Buenos Aires el 15 de octubre último, con 67 alemanes entre agricultores y artesanos, quienes, con sus mujeres e hijos, se componían de 311 almas; además de oficiales y tripulación, con un total de 336 seres humanos a bordo de un barco de 300 toneladas.
Durante el viaje sufrimos severos temporales y considerables daños; no obstante el desastroso estado del barco, las enfermedades en gran parte de la gente que nunca había visto el mar hasta embarcarse en el Kumbang Jattie**, y la peculiar situación de muchas mujeres (muchas de ellas en un estado avanzado de embarazo) llegamos a este lugar en buena salud, después de una travesía de 60 días desde las costas de la Vieja Inglaterra”.
El relato continua y que pondremos a disposición aparte.


Es que nada era fácil: los problemas comenzaban ya en Alemania con la obtención del pasaporte, que exigía por supuesto acreditar buena conducta. Hacía poco más de una década que habían terminado las guerras napoleónicas, con sus secuelas. Las visas consulares eran dificultosas.
El pasaporte original de mi bisabuelo Simón Matthäus Enz -que conservo-quien devino el primer Enz en la República Argentina y fue uno de los alemanes que vinieron en el velero "Kumbang Jattie"' está fechado en 1817 y muestra al dorso varias de dichas visas: el Vº Bº del Ministerio de Asuntos Exteriores del Reino de Württenberg; el visado de la legación británica en Stuttgart; los Vº Bº del Jefe de Policía de Heilbronn y del gobierno del Gran Ducado de Hessen, dado en Maguncia; la resolución del Gobierno de Prusia; permiso del Procurador en Crímenes de los Países Bajos; y la exigencia de presentarse a la Dirección de Policía en Ámsterdam.
Todo esto, que constituía una verdadera peregrinación, terminaría en una odisea inesperada. Pero los sostenían anhelos y grandes esperanzas, y obviamente, una fe inquebrantable.
El viaje en el "Kumbang Jattie", bajo las órdenes del capitán holandés Franz Stavers, fue como casi todos los de esa época, largo y penoso, con un final imprevisto y dramático. El velero, frente a las costas del Uruguay, fue abordado y hecho prisionero por la Escuadra del Emperador del Brasil, quien acababa de decretar el bloqueo de Buenos Aires.
Para estos colonos inmigrantes contratados comenzaron días de verdadera angustia. Sólo la firme conducta del capitán holandés Stavers hizo que el velero holandés permaneciera en aguas del Río de la Plata, pues ante la intimación de continuar viaje a Sudáfrica, informó que a raíz de la larga travesía el buque no estaba en condiciones de un nuevo largo viaje sin reparaciones previas, no aceptando tampoco ningún otro destino y recabando con energía las intervenciones consulares en Montevideo, apelando y responsabilizando a las autoridades brasileñas por lo que pudiera ocurrir. Así las cosas, la irreductible decisión de uno de los almirantes brasileños, de apellido Lobo, no permitió desembarco alguno ni tan siquiera en Montevideo, imponiendo el velero como residencia. Sobrevienen entonces problemas de alimentos y agua potable haciendo difícil la supervivencia, en especial entre las mujeres -algunas embarazadas- los niños y cuatro criaturas nacidas durante el viaje.
La verdadera intención en realidad, era llevarlos a Río de Janeiro. Por fortuna, según algunos estudiosos, fueron desembarcados en la isla de Flores, no lejos de lo que hoy es Punta del Este y, según otros, valiéndose de una estratagema, el desembarco fue en las cercanías del puerto de Montevideo. Pero lo cierto y real es que finalmente los pasajeros lograron huir con la pérdida casi completa de sus enseres, pertenencias, muebles, útiles y herramientas. En su huida, atraviesan el Uruguay, consiguiendo llegar algunos hasta Canelones y otros hasta Las Vacas. Entonces, ante las reclamaciones de Zimmermann y del propio Carl Heine, el gobierno autoriza el despacho de auxilio y los colonos son traídos al país en barcos pequeños que los desembarcan en los puertos de San Isidro y San Fernando. Por fin, y al cabo de tantas peripecias, en la República Argentina.
Era para entonces el día 27 de abril del año 1826 aún cuando cabe destacar que el desembarco duró varios días.
* Luis José de Chorroarín (Buenos Aires, 1757 – íd., 1823), sacerdote y educador argentino, destacado participante en la Revolución de Mayo y en los primeros gobiernos independientes de ese país.
** Kumbang Jattie: velero de unas 300 toneladas registrado en puerto javanés de la Dean Scott & Co's administrada por la Compañía Neerlandesa de las Indias Orientales.
LOS ORÍGENES DE NUESTRO GRUPO por Eugenio Federico Gatti Traut
Excelente trabajo de recopilación de nuestro mentor y líder Eugenio Federico GattiTraut.
Aquí se resumen los datos que existen de nuestras familias; la idea es que podamos verlo de nuevo (o por primera vez) y opinar al respecto o, en su caso, aportar nuevas precisiones si las hubiere. Es un documento extenso que es bueno tener presente y ver con calma en alguna de estas tardecitas de frío, al calor de alguna estufa que, seguramente, no tuvieron nuestros ancestros.