Me llamo Alicia Prack y nací en Argentina.

 

Los Prack, mis antepasados, conformaban una prestigiosa familia de inmigrantes alemanes originarios del pueblito de Niederklein, Hesse, situado a unos cien kilómetros de Frankfurt,  llegaron a la Argentina en 1826, en un barco llamado KUMBANG JATTIE. 

Junto con otras cuarenta y cinco familias alemanas, fueron invitadas por Bernardino Rivadavia, quien fuera presidente de la Nación, para poblar el territorio y dedicarse a la agricultura y ganadería. Un año después, un domingo 11 de marzo de 1827,  con el propósito de fundar el pueblo de Chorroarín, actual barrio de Chacarita, de la ciudad de Buenos Aires, don Vicente López y Planes, por aquel entonces Juez de Paz del pueblo de San José de Flores les entregaría solares, es decir, tierras para establecerse.

Pero como esas adjudicaciones quedaron en papeles, las familias se dispersaron. Los Prack se trasladaron a Puente de Márquez y compraron las tierras que hoy son el Golf Club Ituzaingó, Padua Norte, zona conocida como el Barrio de los Alemanes.

 

Padua Sur era conocida como el Pueblito o Villa Fábrica por la empresa llamada Compañía General de Ladrillos, que proveía de materiales a las obras del ferrocarril. El Pueblito era un conjunto de viviendas muy precarias habitadas por gente muy pobre. Existió un corto ramal de unos 2 km de longitud en las proximidades de la estación San Antonio de Padua en 1902. Este ramal tenía como destino unos hornos de cocción de ladrillos en tierras que el ferrocarril le compró a la familia Prack. Los ladrillos eran utilizados para la construcción de la trinchera entre las estaciones de Once y Caballito.

 

En 1906 llega al Pueblito con su familia, Juan Prack , mi bisabuelo, para dar clases particulares a los hijos de los ladrilleros. Fue el primer maestro del pueblo.

Uno de sus hijos, mi abuelo Francisco Prack se estableció en Merlo, provincia de Buenos Aires, y formó una familia, con cuatro hijos. Yo soy la primogénita del menor de esos cuatro hermanos.

 

Afortunadamente, los actuales Prack nos propusimos buscarnos por todos los medios, incluyendo Internet, para reunirnos periódicamente y seguir aportando investigaciones que realizamos sobre  aquellos primeros llegados a la Argentina.

 

Hace diez años atrás nos reunimos en un importante salón de Buenos Aires, por primera vez, al cumplirse 1200 años de la fundación de la ciudad alemana de Niederklein. Fue muy curiosa esa reunión en la que éramos unas ciento cincuenta personas, ¡porque todos teníamos rasgos físicos muy parecidos!

Actualmente, la gran mayoría de los que nos vimos por primera vez, nos seguimos reuniendo en algún localcéntrico de la ciudad de Buenos Aires, junto con descendientes de otras familias de ascendencia alemana cuyos ancestros ¡viajaron en el mismo barco, el KUMBANG JATTIE!

 

Coincidimos en pensar que con estas reuniones estamos brindando un merecido homenaje a aquellas primeras familias que atravesaron continentes, para venir en busca de una nueva y fructífera vida.

 

Los abrazos que intercambiamos al despedirnos al finalizar cada reunión, rubrican todo lo antedicho…